Ir al contenido principal

Animalillos sin domesticar

 



Los días son demasiado largos, qué necesidad de lucirse tendrá allá, en todo alto. En realidad no muestra entusiasmo, siempre tan sólo y tan brillante, parece tan aburrido que ya ni nos mira. Se limita a cumplir con su función y no escatima ni un kilowatio, energía a raudales para todos, en todas las longitudes de onda posibles.


A él le hubiera gustado ser cometa y vagar por los cielos... Que todos conocieran su nombre, el del viejo astrónomo que le descubrió una tarde de verano atisbando el cielo con su catalejo. O ser cometa de papel de seda, de color rosa palo, de manos de niña corriendo entre la ropa tendida. Corretear por las calles empedradas a la hora de la siesta, a esa hora en que solo los niños y los guiris se atreven a salir. Allá por donde Isora y shit cazan lagartijas y se hacen amuletos con sus rabos. Rabos de nube, rabos de abortos de higos aplastados contra el suelo. Los rabos de lagartija de Marsé, de todos los que con tino y determinación escribieron la infancia. Cuando la infancia en verano es más infancia y menos infantil.


En ese verano, otro más, quise abrazar al niño que fui y al que en ese momento fui y al que quise pensar que siempre seré. Sé que tú me ayudarás a no volverme más gilipollas aún, a desmadurar. No te preocupes, ya me he dado cuenta, viniste de tan lejos y me enseñaste el camino. Sé que a veces soy muy bruto, un poco zopenco. Me ha costado tanto acallar el ruido, el estruendo. A veces me siento como la mosca que choca contra el cristal... sólo son imágenes recurrentes.


Me dices, pero papá, tú no ibas a escribir sobre esto. Y que razón tienes, hija, atesoras la sabiduría natural que te confieren los tres casi cuatro años. Sabes que es más sencillo abrir la ventana que romper el cristal a manotazos. Sabes que ahora saldremos, da igual la hora o el calor, que los frutales nos acogerán, nos darán sombra, la de sus ramas y sus frutos. Higos blanditos y carnosos, ciruelas, nísperos y albaricoques. Nos jartamos. Por la comisura de los labios nos resbala un jugo dulzón con una fragancia almibarada, dulzona. Como de gaviotas planeando en el cielo, como de salitre bajo un sol de verano que en lo más alto sueña sin vernos, sueña con volar.


Nosotras echamos carreras... Siempre ganas tú... Pintamos unicornios de todos los colores... Bebemos agua del manantial, a morro, como animalillos sin domesticar.


Eso lo que somos, animalillos sin domesticar.


Dedicado a Zoe.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Instrucciones para sobrevivir...

Me paso por aquí para traeros una cosilla del mes pasado... Participo en un pequeño taller de escritura a través de Facebook, El Oficio de Escribir , menos de lo que me gustaría, la verdad, que organiza con mucha paciencia y buen hacer @elperrodelanoche , a través de un grupo privado. La primera consigna lanzada (indicaciones para hacer el ejercicio) fue: "El mejor ejemplo de este ejercicio lo pueden hallar en el libro Historias de cronopios y de famas , del gigante Julio Cortázar . Si googlean: Instrucciones de Cortázar, encontrarán casi todas. Instrucciones para dar cuerda a un reloj e Instrucciones para subir una escalera; son mis preferidas. La escritura de instrucciones exige absoluta precisión en la elección de palabras y un uso pulcro de redacción y sintaxis . Es difícil escribir instrucciones pero es un reto que ayuda enormemente a un escritor, pues nos exige una alta dosis de observación y concentración. Si ven las instrucciones que escribe Cortázar, encontrarán textos

La revolución, el llanto y la risa

Me paso por aquí feliz y contento, como niña con zapatos nuevos. Un regalo de por sí mola, pero si te lo hace un buen amigo   que escribe como los ángeles, miel sobre hojuelas.  Él es Fran Figuieral ,  un joven y a la vez experimentado escritor gallego al que ahora le ha dado por estudiar psicología.  Tiene publicado  Escribir es infinito: (hasta cierto punto) , que te lo  puedes descargar por sólo 2,99 €. La revolución, el llanto y la risa Fran Figueiral Zoe y la alegría. Fotografía de Adolfo Gasca. La risa es revolucionaria y subversiva. Destruye lo solemne, le da la vuelta al disfraz de lo demasiado serio, mostrándonos sus costuras y nos muestra la absurdez misma de que alguien se tome algo tan demasiado en serio. La risa es desapasionadora y detectora de errores.  Socialmente tiene, como poco, una función peculiar: la de decirle al que no está fluyendo natural que tiene alguna rigidez que le impide avanzar con los demás de la Tribu. Que no está siendo un animal en algún aspecto

The river

No es solo lo que vemos, el caudal que fluye por el cauce, lo obvio. Arroyo Valtorón. Valdetorres de Jarama. El río es la vida, es riqueza natural, la más valiosa, quizás nuestra única riqueza.  El valle, la cuenca hidrográfica, el acuífero bajo tierra, subterráneo. Los arroyos, torrentes, ramblas, torrenteras. La sierra, la nieve, las montañas. El cerro de San Pedro.  Es literatura, El Jarama de Ferlosio, es rocanroll:  The river , e s cine , es un fluir.  El caudal  con sus meandros es como la seta. Por debajo, subterráneos, los micelios, como redes neuronales; un sistema nervioso fúngico que crea  rizomas entablando amistad con las raíces en bellas  s imbiosis. Los arboles. Ser árbol de  Nacho Vegas, La vida secreta de los arboles .  La lluvia  y el movimiento caótico de las gotas de agua en las lunas de los coches.  El valle del Jarama , el Valtorón, el río Torote, el Guadalix, el Manzanares... Valle Gasca y sus abrazos, que son VIDA, como los ríos... Como la poesía, com