El pasado mes de octubre ha sido, para mi, una etapa muy fructífera en cuanto a lo de escribir. Días de recoger lo sembrado como en una vendimia tardía. También, no lo voy a negar, ha habido alguna desilusión, pero el cómputo global ha sido más que positivo y todavía quedan algunas cositas por concretar. Por poner solo un par de ejemplos, La sabiduría de los líquenes ha sido publicado en el número de octubre de la revista chilena Entre paréntesis y El licántropo ha hecho lo propio en Huellas de tinta . También gané unos libritos muy chulos de la Editorial Almadía en una dinámica veraniega con otro microrrelato y ya digo que hay bastantes cosas pendientes.
" Apuré el chinchón de un trago, por el culo del vaso dibujé una silueta. " Anoche, ya cansados, mientras ganaban otra Copa de Europa y alguna gente festejaba, trataba de hablarte de Albert Pla , no sé por qué. Es interesante escucharle, a veces se hace el loco, como en La Resistencia o con Buenafuente (tras su primera intervención no le volvieron a llevar.) Andreu es enrollado pero en la tele esas cosas no se pueden hacer. Ahora Spotify me lleva a Conil, a la ciudad del viento , a los cantautores... Hace un par de años Monedero invitó a Luis Ramiro a su programa y le soltó algo así como: " ¿a ti qué te pasa, que no te han pasado más cosas en la vida, ¿solo te has enamorado? ". Luis aguanto el tipo como pudo. Ramiro es un artesano de la canción, va a su bola, no se desvía de su camino: hace crowdfunding para publicar sus discos, sigue tocando en pequeñas salas o en sitios míticos como Galileo. Ahora en una de mis playlist de andar por casa, suena Si Nos De...