Pizarnik Los diarios de Alejandra Pizarnik son alucinantes, entre otras mil cuestiones nos muestran como una de las mentes más lucidas del siglo XX sufría entre fármacos y diagnosticos imprerfectos. Cristina Peña, una de sus biografas, afirma que: "Pizarnik tomaba pastillas para todo, para dormir, para despertarse. A partir de cierto momento de su vida, ella es un coctel viviente y, evidentemente, hay un deterioro que se va profundizando." En 1959 la poeta argentina escribio en su diario: " recién termine de leer Un cuarto propio ( Una habitación propia , en la traducción castiza) de Virginia Woolf [...] VW es sencillamente adorable. Pero la siento un poco vieja, como del siglo pasado. Estuve pensando sobre las 500 libras al año y el cuarto propio. Yo tengo un cuarto propio, no tengo dificultades economicas apremiantes, gozo de libertad para ir a donde yo quiera. No obstante, soy el ser menos libre. " Y es que en la sencilla ecuación que planteaba la Woolf, faltab
" Apuré el chinchón de un trago, por el culo del vaso dibujé una silueta. " Anoche, ya cansados, mientras ganaban otra Copa de Europa y alguna gente festejaba, trataba de hablarte de Albert Pla , no sé por qué. Es interesante escucharle, a veces se hace el loco, como en La Resistencia o con Buenafuente (tras su primera intervención no le volvieron a llevar.) Andreu es enrollado pero en la tele esas cosas no se pueden hacer. Ahora Spotify me lleva a Conil, a la ciudad del viento , a los cantautores... Hace un par de años Monedero invitó a Luis Ramiro a su programa y le soltó algo así como: " ¿a ti qué te pasa, que no te han pasado más cosas en la vida, ¿solo te has enamorado? ". Luis aguanto el tipo como pudo. Ramiro es un artesano de la canción, va a su bola, no se desvía de su camino: hace crowdfunding para publicar sus discos, sigue tocando en pequeñas salas o en sitios míticos como Galileo. Ahora en una de mis playlist de andar por casa, suena Si Nos De