El wasap de Sueños de papel estaba ayer a tope, como media España andabamos con el tema de las vacaciones: Fátima pasando la Itv justo en ese momento, Bea dijó que era un buen tema para un micro, Fede se acordó de que estaba apuntó de vencerle el plazo y Oscar mencionó la dichosa prueba de los humos. Yo, que no doy puntada sin hilo, recordé que en la prehistoria bloguera escribi una relato sobre el tema. Os pongo aquí el link por si queréis echarle un ojo, la cosa empezaba así. ITV Colas interminables de automoviles humeantes, garitas donde enseñar la documentación, cincuenta euros. Pones mala cara mientras la chica recoge la ficha técnica. El trámite prosigue y continuan las colas. Piensas aburrido en ese concepto supuestamente eficaz, cita previa. Humo, ruido de acelerones, mundo masculino. Mientras te abstraes y tratas de cambiar de escenario. No se estaría mal en una terracita, o dandose un garbeo con la bici. A tu alrededor un completo catálogo de personajes. El señor ...
Has dormido fatal, te plantas las gafas de sol y sales a la calle como un zombi, sin pensarlo demasiado. Hay que trabajar. Te saludan, “hola, ¿qué tal estas?” “Bien” respondes y sigues con lo tuyo. ¿Por qué no decir la verdad? Porque no decir que has pasado una noche de mierda, que te duele todo el cuerpo y que no sabes como vas a terminar el día. Nos cuesta tanto ser sinceros, mostrar nuestras debilidades, sufrimos una especie de imposición social a través de la cual, parece que siempre hay que estar bien y que no se nos permite estar mal. Siempre tenemos que estar alegres y sonrientes o al menos aparentarlo, en las redes sociales todo esto se amplifica, salvo honrosas excepciones, Instagram es un catálogo de felicidad vacía, de falso éxito, de pavos reales desplegando todos sus encantos. Se me ocurre que en estos tiempos en lo que todo se compra y se vende, más que comunicarnos, muchas veces, nos vendemos. Dicen que los amigos son aquellos que te preguntan “¿qué tal estás?” y es...