El wasap de Sueños de papel estaba ayer a tope, como media España andabamos con el tema de las vacaciones: Fátima pasando la Itv justo en ese momento, Bea dijó que era un buen tema para un micro, Fede se acordó de que estaba apuntó de vencerle el plazo y Oscar mencionó la dichosa prueba de los humos. Yo, que no doy puntada sin hilo, recordé que en la prehistoria bloguera escribi una relato sobre el tema. Os pongo aquí el link por si queréis echarle un ojo, la cosa empezaba así. ITV Colas interminables de automoviles humeantes, garitas donde enseñar la documentación, cincuenta euros. Pones mala cara mientras la chica recoge la ficha técnica. El trámite prosigue y continuan las colas. Piensas aburrido en ese concepto supuestamente eficaz, cita previa. Humo, ruido de acelerones, mundo masculino. Mientras te abstraes y tratas de cambiar de escenario. No se estaría mal en una terracita, o dandose un garbeo con la bici. A tu alrededor un completo catálogo de personajes. El señor ...
Había una vez una nube negra que nunca se precipitaba, permanecía siempre ahí, impertérrita, impregnándolo todo con su ponzoñosa humedad. Había un viento, desordenado y violento, que era el único fenómeno atmosférico capaz de desplazar nubes negras. Era un viento del norte, racheado, muy molesto… Iba a decir, “frío”, pero no, frío no era. Era certero como una tilde bien puesta, no conseguía desbaratar la nube, ni siquiera tornarla blanca, pero la empujaba lejos, muy lejos. Donde no pudiese molestar a nadie y el sol brillaba. Podía resultar incomodo pero el entusiasmo que brotaba cuando la nube por fin desaparecía hacia que las molestias careciesen de importancia. Malos pelos al viento y a volar. Había un pueblo secuestrado por lo que parecía un extraño maleficio, sin viento la nube negra no hacía más que engordar. No caía ni una gota desde hace meses, se acumulaba el polvo y una triste primavera trataba de abrirse paso. Había una vez un joven panadero que amasaba sin p...