Van pasando los días y noto que me cuesta encontrar un momento para pasar por aquí y me resulta curioso porque una de las cosas que más me gustan de este insólito mundo es bloguear, algo tiene que haber en ello cuando lo llevo haciendo desde 2004. Pero hoy, en esta mañana ventosa, preinvernal parece que se han alineado los planetas y se ha hecho un claro entre las obligaciones de la vida, total que aquí estoy tecleando, dando la turra de nuevo, nada más deshacerme de el gorro, los guantes, el palestino, el cortavientos... Como dije antes la mañana estaba tirando a glaciar. Tras dejar a la enana en el cole, hemos ido dando un paseo a la plaza para hacer unas gestiones y como de camino esta la librería me he atrevido a entrar. Digo atrevido, y redundo además en el participio, para enfatizar mi absurdo temor a comprobar si se habían vendido algunos ejemplares de Pinceladas . A veces, nos ponemos en lo peor y me daba vergüenza pasar y preguntar al librero. Algo absurdo porque es un ti...
Cuatro (o cinco) luces . Cuando sube el café. Cuando fluye la tinta y se transforma en caudal. Cuando vos reís. Cuando, de repente, me sueltas: "Eres el mejor papá del mundo" Cuando somos más y soy menos. ... y algunas sombras. Cuando se instala el rencor entre tus cejas y ya no sonríes, nunca . Cuando n unca está tan, tan lejos. Cuando las palabras son pájaros que no saben volar. " Cuando al punto final de los finales n o le siguen dos puntos suspensivos . "* Cuando me muero de miedo . *Puntos Suspensivos. Joaquín Sabina .