Cuánto tiempo sin pasar por aquí, sin bloguear. Curioso lo del tiempo que a veces es como el viento y otras se enreda en los engranajes de los relojes y camina a paso de tortuga. Echaba de menos el escribir sin pretensiones, lo que vaya saliendo, sin tanto corregir, porque cuando tienes intención de publicar lo que escribes, mejor dicho, que alguien te haga caso, lease una editorial, un concurso o una revista literaria, la cosa se complica y hay que temner mucha paciencia. El tiempo, volvemos a lo mismo se vuelve una masa viscosa como en aquellos relojes de Dalí, de La persistencia de la memoria . Más que de memoria, de la que no voy muy sobrado, lo que yo vengo a constatar es la paciencia , la que hay que tener cuando eres un don nadie y quieres gritarle al mundo que escribes y que no lo haces demasiado mal, modestia aparte. Acaba uno mirando el correo varias veces al día y nada, no hay más que promociones y demás mierdas. Los plazos de los cuncursos son interminables, las respuesta
Hay pelis buenas, otras que se te meten dentro... Algunas son infumables y luego viene La torre de Suso, de Tom Fernandez. Supone un lugar donde relajarse, donde respirar, como el río o ese cuarto chiquito donde pones tu música favorita y nadie te molesta. En fin, lo dicho un REFUGIO, así en mayúsculas.
La torre es en esencia una oda a la amistad. Esta ambientada en la cuenca minera asturiana, los personajes protagónicos son Javier Cámara, Malena Alterio y Gonzalo de Castro, entre otros. Qué más se puede pedir, son todo ventajas.
Ya tiene sus añitos, 2007, pero envejece genial. A mi reproductor de deuvedés, un ovni viejo, y a mi, nos flipa.
La proxima peli refugio será, ya lo voy adelantando, Bajo las estrellas
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