La sabiduría de los líquenes 1 Se oye la llave accionando la cerradura, saluda sin mucho empeño lanzando un hola al aire, tira el abrigo en el respaldo del sillón y se derrumba en él. Ella le mira preocupada. ‒‒¿Qué te pasa? —Estoy fatal, hoy definitivamente se ha roto todo. —¿Qué ha pasado? —El grupo se ha ido a la mierda. —¿Y eso? —Ya llevábamos tiempo mal y hoy ha explotado. Esto es como una relación de pareja, pero con cinco personas, cada una con su enorme ego. —Llevo tiempo notándote raro, apagado. —Claro porque me lo estaba viendo venir y llevo tiempo que no estoy bien, voy a arrastras, sin energías. —Ya, ya. ¿Y si nos vamos al pueblo? —¿Al pueblo? ¿A qué? —Ya sabes que llevo tiempo queriendo ir, además nos servirá para desconectar, mejor dicho para reconectar. —El pueblo, qué aburrimiento. —Descuida que estaremos entretenidos, tengo un plan. 2 Se levanta temprano, ha dormido como el culo, maldito colchón y no sabe qué hacer en esa casa. Ni siquiera entiende la cafetera. E...
He participado por primera vez en Los relatos en cadena de @cadenaser y @deescritores. La consigna era que todos los #microrrelatos deben empezar por una frase, la última del ganador de la semana pasada, en este caso era: Enseguida se le pasará. Como no voy a ser finalista y aunque no se me dan muy bien los microrrelatos, lo comparto por aquí.
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