Para empezar, constatar que prácticamente, se puede decir sin riesgo a equivocarse, que hoy en día hay más escritores que lectores. El mundillo editorial, como casi todos los espacios empresariales, donde priman los beneficios, es una jungla. Cierto es que el libro y la lectura, como conceptos, tienen su lado romántico, pero si quieres dar el paso y publicar, mejor que espantes los pájaros que sobrevuelan tu cabeza. Hay que asesorarse bien, no dejarse llevar por la ilusión y aún así, es más que posible que te lleves alguna sorpresa desagradable, pero que no cunda el pánico, de todo se aprende. No todo es tan gris y tenebroso. Si perseveras y realmente es tu pasión y no una simple veleidad, acabarás encontrando tu lugar, eso sí, puede que te cueste meses o incluso años. En mi caso, mi hogar literario ha aparecido de la mano de Fátima Tirado y Suspiro Blanco y todas las chicas y chicos que componemos la fauna del sello editorial Sueños de Papel , que somos como una gran familia. Cuand...
Pizarnik Los diarios de Alejandra Pizarnik son alucinantes, entre otras mil cuestiones nos muestran como una de las mentes más lucidas del siglo XX sufría entre fármacos y diagnosticos imprerfectos. Cristina Peña, una de sus biografas, afirma que: "Pizarnik tomaba pastillas para todo, para dormir, para despertarse. A partir de cierto momento de su vida, ella es un coctel viviente y, evidentemente, hay un deterioro que se va profundizando." En 1959 la poeta argentina escribio en su diario: " recién termine de leer Un cuarto propio ( Una habitación propia , en la traducción castiza) de Virginia Woolf [...] VW es sencillamente adorable. Pero la siento un poco vieja, como del siglo pasado. Estuve pensando sobre las 500 libras al año y el cuarto propio. Yo tengo un cuarto propio, no tengo dificultades economicas apremiantes, gozo de libertad para ir a donde yo quiera. No obstante, soy el ser menos libre. " Y es que en la sencilla ecuación que planteaba la Woolf, faltab...