Van pasando los días y noto que me cuesta encontrar un momento para pasar por aquí y me resulta curioso porque una de las cosas que más me gustan de este insólito mundo es bloguear, algo tiene que haber en ello cuando lo llevo haciendo desde 2004. Pero hoy, en esta mañana ventosa, preinvernal parece que se han alineado los planetas y se ha hecho un claro entre las obligaciones de la vida, total que aquí estoy tecleando, dando la turra de nuevo, nada más deshacerme de el gorro, los guantes, el palestino, el cortavientos... Como dije antes la mañana estaba tirando a glaciar. Tras dejar a la enana en el cole, hemos ido dando un paseo a la plaza para hacer unas gestiones y como de camino esta la librería me he atrevido a entrar. Digo atrevido, y redundo además en el participio, para enfatizar mi absurdo temor a comprobar si se habían vendido algunos ejemplares de Pinceladas . A veces, nos ponemos en lo peor y me daba vergüenza pasar y preguntar al librero. Algo absurdo porque es un ti...
- Para empezar, constatar que prácticamente, se puede decir sin riesgo a equivocarse, que hoy en día hay más escritores que lectores.
- El mundillo editorial, como casi todos los espacios empresariales, donde priman los beneficios, es una jungla. Cierto es que el libro y la lectura, como conceptos, tienen su lado romántico, pero si quieres dar el paso y publicar, mejor que espantes los pájaros que sobrevuelan tu cabeza. Hay que asesorarse bien, no dejarse llevar por la ilusión y aún así, es más que posible que te lleves alguna sorpresa desagradable, pero que no cunda el pánico, de todo se aprende.
- No todo es tan gris y tenebroso. Si perseveras y realmente es tu pasión y no una simple veleidad, acabarás encontrando tu lugar, eso sí, puede que te cueste meses o incluso años. En mi caso, mi hogar literario ha aparecido de la mano de Fátima Tirado y Suspiro Blanco y todas las chicas y chicos que componemos la fauna del sello editorial Sueños de Papel, que somos como una gran familia.
- Cuando por fin consigues publicar, si es que tu camino te lleva por ahí, también es genial escribir para uno mismo, los trámites y gestiones te robarán mucho tiempo y energías. Esto sumado a las obligaciones domésticas que todos tenemos, provocara que tus ratitos para leer o escribir escaseen, a no ser que seas de alta alcurnia, tengas un mecenas extremadamente generoso o te haya tocado la bonoloto, que no suele ser lo más normal.
- Si aceptas otro consejo más, quizás el más importante, no dejes de formarte. En esto, que no deja de ser un oficio más, como pueda ser la carpintería o la alquimia, nunca dejamos de ser principiantes. Como dice un buen amigo, parafraseando al Cholo Simeone: "Taller, taller, taller." Obviamente se refiera a taller literario, pero pueden ser cursos de escuelas de escritura creativa, talleres que imparten algunas universidades, postgrados o pegarte como una lapa a ese tío segundo que algunos tienen que escribe como los ángeles y darle la chapa a saco. El caso es estar siempre aprendiendo, yo lo hago con Emilio y Mariano Taborda, bueno y con todo lo que puedo leer al respecto. Por poner otro ejemplo, esta guay Escribir antes de Sabina Urraca, pero vamos que hay cien mil manuales al respecto.
- Y por último, para no alargarme más, tan sólo decir, que con sus luces y sus sombras esto de contar historias es un privilegio que algun@s disfrutamos. Claro que hay dificultades, pero hay que ser conscientes de lo maravilloso que es disfrutar tanto de la lectura como de la escritura. Y como todos sabemos, en todos los paraísos hay moscas.

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