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El tiempo

Cuánto tiempo sin pasar por aquí, sin bloguear. Curioso lo del tiempo que a veces es como el viento y otras se enreda en los engranajes de los relojes y camina a paso de tortuga. Echaba de menos el escribir sin pretensiones, lo que vaya saliendo, sin tanto corregir, porque cuando tienes intención de publicar lo que escribes, mejor dicho, que alguien te haga caso, lease una editorial, un concurso o una revista literaria, la cosa se complica y hay que temner mucha paciencia. El tiempo, volvemos a lo mismo se vuelve una masa viscosa como en aquellos relojes de Dalí, de La persistencia de la memoria . Más que de memoria, de la que no voy  muy sobrado, lo que yo vengo a constatar es la paciencia , la que hay que tener cuando eres un don nadie y quieres gritarle al mundo que escribes y que no lo haces demasiado mal, modestia aparte. Acaba uno mirando el correo varias veces al día y nada, no hay más que promociones y demás mierdas. Los plazos de los cuncursos son interminables, las respuesta

Por fin


Llevaba tanto tiempo sobreviviendo que cuando, por fin, empezó a vivir tranquilo, estaba siempre alerta.

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Una de podcasts chulos

Llevaba unos días sin dejarme caer por aquí, pero hoy que el día está frío y ventoso, me apetecía hablaros de un par, en el sentido más amplio de la palabra, de podcasts que me encantan. Imagino que algunos ya los conoceréis, pero igual os doy una idea para escuchar algo interesante mientras plancháis, recogéis los platos o os dais un paseíto. El primero es Participantes para un delirio de Coco Dávez , pintora y excelente comunicadora, vamos una joyita de persona. El rollo es un poco parecido a El sentido de la birra , de Ricardo Moya que seguro que tod@s conoceréis. De este no os voy a hablar demasiado pero si hay alguién que aún no lo conoce ya está corriendo:-) De este estilo me encanta, también, el de Roberto Mtz . Luego, ya más modestos, pero igualmente interesantes estarían,  Inculturetas del gran Adrián , los Amigos treintones de Gustavo Lara y su carnal Gil , Viviendo y creando nuevos horizontes y Entre libros, mate y café  en los que he tenido el honor y la suerte de po

Escritura automática

Parque de Villa Rosa. Hortaleza. La escritura automática consiste en escribir directamente lo que a uno se le viene a la cabeza, sin correcciones, sin reparos ni prejuicios. Como por ejemplo esto que estás leyendo. El ritmo suele ser ágil porque los pensamientos van rápidos y saltan de una cosa a otra, sirve también para sacar ideas para otras cosas más serias, para un cuento o un relato, por ejemplo. Afuera, al otro lado de la ventana es otoño, he comprado el periódico y estoy aquí tecleando esto, mi madre hace croquetas y en un rato tengo que ir al denitista. Me flipan los ocres, amarillos y los colores como desgastados que se asoman a los árboles. Mu gustas tú, cuando estoy próximo a que llegue la hora de verte, no me gusta demorarme demasiado, prefiero derramarme por tus carreteras secundarias, las que llevan a tus labios. Y ya estaría, cuatro parrafitos de escritura libre , sin remordimientos, buscar una foto que hice anteayer y el post estaría resuelto.

Si te vas

Si te vas por la vereda de la puerta de atrás y  me gritas: So payaso,  no me lo creo… Te veo salir  me dejas paralizado, como en Stand by .