Van pasando los días y noto que me cuesta encontrar un momento para pasar por aquí y me resulta curioso porque una de las cosas que más me gustan de este insólito mundo es bloguear, algo tiene que haber en ello cuando lo llevo haciendo desde 2004. Pero hoy, en esta mañana ventosa, preinvernal parece que se han alineado los planetas y se ha hecho un claro entre las obligaciones de la vida, total que aquí estoy tecleando, dando la turra de nuevo, nada más deshacerme de el gorro, los guantes, el palestino, el cortavientos... Como dije antes la mañana estaba tirando a glaciar. Tras dejar a la enana en el cole, hemos ido dando un paseo a la plaza para hacer unas gestiones y como de camino esta la librería me he atrevido a entrar. Digo atrevido, y redundo además en el participio, para enfatizar mi absurdo temor a comprobar si se habían vendido algunos ejemplares de Pinceladas . A veces, nos ponemos en lo peor y me daba vergüenza pasar y preguntar al librero. Algo absurdo porque es un ti...
Un laptop lento, como un león dormido, como una tortuga, tan ineficaz. Respira lento. A trompicones. Como si tuviera bronquiolitis. Como una morsa con sinusitis. El café ya ha subido, vuelvo con las galletas en la mano y nada, que no se abre el maldito documento en el Word. "Eso es la tarjeta SSD " me dijo ayer Pedro. Qué maravilla tener un amigo que entiende de estas cosas. A mi todo esto me suena a chino, a chino mandarín . Dicen que lo barato sale caro y que lo caro a veces resulta, como decirlo, excesivo. También dicen, la gente dice muchas cosas, valga la buscada redundancia, que hace muchos años, a un escritor latinoamericano que había ganado un premio prestigioso le preguntaron que cómo se sentía: "Estoy agradecido y ciertamente emocionado. Es una maravilla que hayan pensado en mi, pero si miro la lista de los premiados en anteriores ediciones, siento vértigo, y no, no es falsa modestia, tan solo es que tanto dinero me desajusta el presupuesto. Imaginense, yo...